Masajes para nuestros bebes

Son muchos los beneficios que tiene dar un masaje a nuestro bebé, para él y también para la mamá o papá que lo realice.
El masaje infantil es un lenguaje no verbal, que los padres tienen a su disposición para transmitir afecto y ternura.

El niño experimenta con el masaje una sensación de bienestar no sólo física sino también emocional.
A los padres les permite conocer mejor al bebé y captar sus estados de ánimo.
Consigue calmar a los niños, fomenta la resistencia de su organismo, que tengan un sueño tranquilo y su desarrollo psíquico positivo.

Los masajes son uno de los momentos preferidos para la mayoría de los bebés. Durante el masaje los pequeños sienten una sensación muy agradable porque no sólo se trata del contacto de pieles, sino también de percibir sensaciones a través del oído, el olfato y la visión.

Si el masaje forma parte de una rutina diaria, el bebé sabrá que en ese momento alguien le proporcionará este momento tan esperado.
A la mayoría de los bebés les encanta el contacto físico y no es de extrañar que tengan un efecto calmante y relajante para ellos.

Los masajes favorecen el desarrollo afectivo, cognitivo y motriz de tu bebé y proporcionan placer sensorial, mediante la liberación de sustancias bioquímicas que generan una sensación d relajación y bienestar.
Favorecen también los procesos digestivos (alivian el dolor de cólicos y facilitan la eliminación de gases). De igual manera, benefician el sistema linfático y el desarrollo de la musculatura y las articulaciones.
Se logran niños más seguros, con un mejor ritmo sueño-vigilia y de alimentación. Algunos estudios han demostrado que bebés que habían recibido este tipo de estimulación ganaron 47%más de peso que los que no fueron estimulados pese a ingerir igual cantidad de calorías.

¿Cómo hacerlos?
Se pueden realizar cuando se quiera, ya que se necesita que el bebé y el papá o mamá que lo realicen estén tranquilos. Uno de estos momentos puede ser después del baño, en un espacio tranquilo y con buena temperatura, sobre una superficie firme, donde tu bebé se sienta seguro y no esté irritable. No debe tener hambre para brindarle un espacio de relajación adecuado.

Es importante tener las manos limpias, frotarlas entre sí para calentarlas y untarlas en aceite natural o loción hidratante para facilitar el masaje.

Los movimientos han de ser armónicos, en sentido descendente y a la vez en cada sector del cuerpo, desde el centro hacia la periferia. Debes iniciar con las yemas de los dedos para estimular la circulación y luego movimientos amplios de las manos con el fin de mejorar el tono, la fuerza y la flexibilidad de los músculos y las articulaciones.

Os recomendamos ver este video donde se muestra cómo realizar el masaje al bebé en unos diez minutos. Aunque la duración del masaje dependerá del bebé.

http://www.youtube.com/watch?v=Y3Y4f-6yrAs