Ruta 10: RAIXA-RAIXETA

Una ruta muy sencilla y cerca de Palma es la que os recomendamos esta semana.  

Si salimos de Palma por la carretera M-11 dirección a Sòller, al pasar el restaurante Can Penaso, puntos kilométricos 14 y 15 se encuentra el desvío para entrar, a mano izquierda, en Raixa.  Esta zona es conocida por el nombre de Sa Gubia.

El camino comienza en el aparcamiento de esta posesión entre árboles frutales, y vegetación baja, seguiremos un sendero muy bien marcado y sencillo para hacer con niños.

Hoy caminaremos de la mano de Martí, este peque excursionista que va recorriendo poco a poco la isla, de momento, en la mochila Vaude de Kids and Travel a espaldas de sus papas.

Un atractivo de esta ruta es pasar por dos lugares singulares, como son Raixa y más arriba Raixeta.

Raixa, históricamente, en tiempos de la dominación árabe, Araixa era su nombre y fue pasando por manos de diferentes familias que la fueron ampliando y modificando. En 1229 el rey Jaime I de Aragón conquista la isla de Mallorca, y hace reparto de sus tierras. Raixa pasará entonces por manos de varios condes, siendo la familia Despuig, condes de Montenegro y Montoro la más representativa para la historia de esta posesión. El hijo del tercer conde será quien la transforme en una villa al estilo italiano a mediados del siglo XVIII, añadiendo a la fachada una logia de diez arcos y encargando los jardines al escultor italiano Giovanni Lazzarini. Gracias a estos jardines Raixa es concocida.

Actualmente es propiedad del Consell de Mallorca y del Ministerio de Medio  Ambiente.

Esperaremos hasta mayo la apertura de sus puertas para poder visitar el conjunto.

Nuestro camino da la vuelta a Raixa i comienza a subir muy suavemente, a lo largo de 4.5km hasta llegar a Raixeta, otra posesión más modesta.

Hay algunos senderos un poco más estrechos que la pista, pero sin pérdida alguna, que podremos coger si alguien prefiere salirse del camino.

El paseo es muy agradable, y con poco esfuerzo llegamos a Raixeta.  Esta posesión cuenta a través de sus paredes todavía en pie y elementos del día a día, como la cocina o los retretes, otras formas de vivir.

Para los que todavía tienen ganas de caminar más, el camino sigue a lo largo del torrente y llega hasta Pastoritx otra posesión en la que hay que destacar su sistema de conducción de agua aéreo, desde el aljibe hasta la casa. Merece la pena visitarlo, aunque está claro que los niños mandan y dependerá de las ganas que tengan de continuar.

Parece que nuestro pequeño excursionista  va bastante a gusto en  la mochila, y espera para continuar un poco más de ruta.